“MARÍA TIRA TODO, TODO Y TODO”
(María entra con cuatro cuadernos. Se sienta y empieza a hacer sus deberes sobre la mesa).
María: ¡Hola, chicos! ¿Qué tal? Me llamo María y voy a hacer mis deberes. ¿Queréis ayudarme?
(Entra Diego)
Diego: ¡Hola, María! ¿Qué estás haciendo?
María: Hago mis tareas. Y estos niños y niñas tan simpáticos me están ayudando, ¿a que sí?
Diego: Y, ¿por qué tienes tantos cuadernos?
María: He ido a la papelería a comprarlos. Me hacía falta uno.
Diego: Pero… si te hacía falta, ¿por qué compras cuatro?
María: Pues… no sé, por si acaso.
Diego: Eso no es así María, si sólo te hace falta uno, compra uno, ¿verdad, chicos?
María: Vale, vale, así lo haré.
Diego: Bueno me voy. Yo también tengo que hacer deberes. Adiós, chicos.
(Diego se va y María se levanta de la silla)
María: Bueno pues yo ya he terminado, ahora voy a jugar un poco.
(María coge un coche teledirigido y comienza a jugar)
María: ¿Qué, os gusta mi coche? ¿A que es súper “chuli”?
(De repente se para)
María: Uy, ¿qué le pasa? Mi coche no funciona, ¿creéis que se ha roto? Vaya rollo.
(Entra Diego)
Diego: ¿Qué te pasa María? ¿Por qué estás triste?
María: Mi coche favorito ya no funciona.
Diego: Quizás se le hayan agotado las pilas. ¿Verdad que sí?
María: ¿lo comprobamos?
Diego: Sí, las pilas están agotadas, por eso no funciona.
(María coge las pilas del coche y las tira a la papelera)
Diego: María, ¿pero qué haces?
María: Pues tirar las pilas a la basura.
Diego: Las pilas no se tiran ahí, ¿a que no chicos?
María: Y entonces, ¿dónde las tiro?
Diego: Dáselas a tus padres para que las tiren en unos contenedores especiales que hay en los supermercados.
María: Aaaaaaahhhhhh… Vale, vale.
Diego: Hasta luego María. Me voy. Tengo que hacer un recado.
(Diego se despide con la mano de los chicos y se va)
María: Y ahora, ¿con qué juego? Ya sé, voy a hacer un puzzle.
(María coge un puzzle y se sienta en el suelo a hacerlo)
María: Ya está, ya lo he terminado. ¡Es tan fácil…! Lo he hecho tantas veces que me aburre. Esto no es divertido.
(Entra Diego)
Diego: Ya estoy aquí. ¿Qué te pasa María?
María: Me aburro mucho. Mi coche se queda sin pilas y este puzzle es un rollo. Ya no me gusta hacerlo.
(María recoge el puzzle y se levanta)
Diego: Pero si es muy bonito.
María: Ya. Pero yo quiero otro diferente.
(María va hacia la papelera y lo tira)
Diego: Que no María, no lo tires.
María: ¿Por qué?
Diego: Dáselo a otros niños. Hay muchos niños que no tienen juguetes. ¡No está roto! Y se puede volver a utilizar.
María: Bueno, bueno. Se lo regalaré a alguien.
(Salen los dos)
(Entra María. Lleva un jersey que le queda muy pequeño. Llama a Diego)
María: ¡Diego, Diego! ¡Vamos a llamarle chicos!
(Entra Diego)
Diego: ¿Me habéis llamado?
María: Estoy pensando en ir al parque, ¿te quieres venir conmigo? ¿Y vosotros queréis veniros?
Diego: ¡Venga vamos! Oye María, ese jersey te queda muy pequeño.
María: ¿Sííííí…? Pues… ¡es verdad! ¡Esperadme aquí, voy a ponerme otro y vengo?
(María se va y vuelve a entrar con otro jersey. El de antes lo trae en la mano. Va a la papelera y lo tira)
Diego: Pero, ¿otra vez, María? ¡Qué manía con tirar las cosas! ¡Esta chica no aprende!
María: Pero si no me vale, me está pequeño.
Diego: Ya, pero le puede valer a otra niña. Es muy bonito, María. Piensa que hay mucha gente que necesita ropa porque no pueden comprarla.
María: Está bien… ¿Sabes, Diego? Yo no sabía que todo esto se puede aprovechar.
Diego: Pues claro que sí María. Todo se puede REDUCIR, RECICLAR Y REUTILIZAR. Tienes que aprender la regla de las “3 R”, ¿a que sí, chicos? Todos ellos la saben. ¡A ver vamos a repetirla todos juntos para que María se lo aprenda! ¡REDUCIR, RECICLAR Y REUTILIZAR!
FIN
Realizado por: Raquel Jiménez
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