NALA Y EL COLLAR MÁGICO
NALA es una perrita, muy bonita y
obediente, tenía una dueña encantadora pero lamentablemente murió en un
accidente. Nala fue abandonada por los familiares de su dueña, ella se
sentía sola, triste y desolada. Hizo muchos amigos durante su
trayecto, conoció a muchos perritos, pájaros y gatos. Una noche de invierno,
cuando soplaba un fuerte y frío viento, Nala caminaba sin rumbo y con hambre,
buscando un lugar calentito para
refugiarse. De pronto llego a un puente y allí se alojó para pasar la noche,
sus tripas sonaban y sonaban ya que no había probado bocado en todo el día,
cerro sus ojitos para poder dormir cuando de repente… se apareció el alma de su dueña para calmarla y arroparla,
su dueña le dio un collar mágico pronunciando estas palabras:
Mi querida
y fiel amiga Nala, este collar te protegerá y te dará mucha suerte, te ayudará
a ser valiente y muy fuerte, así podrás
afrontar todas las adversidades
que encuentres en tu camino y ten fe que
muy pronto conocerás a alguien
que te dará un hogar y serás muy feliz tanto como lo fuiste conmigo.
Nala estaba tendida sobre las
piernas de su dueña y con el susurro de su voz, se quedó dormidita hasta el
amanecer.
Al día siguiente, dos perritos amigos de Nala, compartieron con ella comida que habían encontrado en una basurero cerca de allí, una chica que caminaba por ese lugar al ver la solidaridad que tenían esos dos perritos con Nala, se acercó a ellos y les invito una barra de pan.
Al día siguiente, dos perritos amigos de Nala, compartieron con ella comida que habían encontrado en una basurero cerca de allí, una chica que caminaba por ese lugar al ver la solidaridad que tenían esos dos perritos con Nala, se acercó a ellos y les invito una barra de pan.
Los dos perritos le dijeron: déselo
a Nala por favor que la pobre no ha comido en días…
La chica se acercó y acaricio a
Nala y le invito la barra de pan, la pobre con el hambre que tenía se devoro el
pan en tres bocados.
La chica al verla toda delgaducha, le dio
mucha tristeza y le pregunto: ¿Te gustaría venirte conmigo? yo vivo sola, así
que podemos hacernos compañía las dos.
Nala no sabía que responder, estaba
tan emocionada, sentía que otra vez volvería a tener un hogar. A lo cual
respondió: ¡¡¡Siii!!! con mucha alegría.
Pasaron los días y Nala era muy
feliz con su nueva dueña Margarita, y como cada noche Nala siempre corría
desesperada a la puerta para saludar a Margarita que regresaba del trabajo. Un
viernes por la noche, su dueña no llegaba a la hora prevista y Nala comenzó a
desesperarse, no sabía qué hacer y estaba preocupada. El señor búho que
merodeaba por esos lugares, se acercó a la ventana y le dijo:
Nala tienes
que salir de aquí y ayudar a tu dueña, he visto que unos bandidos le estaban
siguiendo. Tienes que darte prisa…
La perrita no lo dudó ni un segundo
y abrió la puerta en un solo intento…corría y corría tan rápido que sus amigos
le preguntaron a dónde se dirigía, Nala les respondió: mi dueña está en peligro
y tengo que ir a ayudarla.
Sus amigos: el señor búho, el gato
Jesús y la gata Peggy, los perritos Nicolás, Balto, Pepe y Simón y la perrita
Flor, hicieron una reunión de emergencia
y se congregaron en la explanada, todos estaban dispuestos a ayudar a Nala y fueron
a su encuentro.
Su dueña estaba tendida en el
suelo, había sido forcejeada por uno de ellos para arrebatarle sus pertenencias
y al hacer resistencia le dio un fuerte empujón
y no reaccionaba. Los amigos de Nala
llegaron a su encuentro, y le dijeron:
Nala no te preocupes por tu dueña que nosotros la auxiliaremos, no pierdas
tiempo y vete a recuperar sus pertenencias. Balto, un doberman muy fuerte y
grande, le dijo: Yo iré contigo Nala, que puede ser una misión muy peligrosa.
No esperaron ni un segundo más y ambos partieron a cumplir aquella misión.
Pasaron los días y no se sabía nada
de ellos, todos sus amigos los buscaban por todo el barrio, el señor búho que podía
recorrer largas distancias buscaba y buscaba durante la noche pero no encontraba
señales de Nala ni de Balto.
Margarita, su dueña al sentirse ya recuperada del fuerte
golpe que había sufrido en la cabeza, salió a
buscarla, pidió ayuda a los vecinos para difundir la información por la
radio y pegar afiches por todas las
paradas de autobús. Pasaban los días y
semanas, y Margarita cada vez perdía la esperanza de encontrar a Nala.
Una noche cuando Margarita dormía le
despertó un sonido muy peculiar, era Nala que estaba tocando la puerta con su
patita, Margarita salió de la cama tan rápido como pudo y abrió la puerta, era
Nala su amiga y compañera fiel, con su bolso que le colgaba del hocico, no lo podía
creer, pero aquella perrita fue tan valiente que había podido recuperar todas sus pertenencias.
Nala y Balto fueron condecorados por las autoridades
del pueblo, por su valentía y perseverancia. A los pocos días los tres bandidos
fueron capturados y enviados a prisión.
Margarita y Nala fueron las mejores
amigas, y vivieron juntas muchas aventuras y travesuras…
FIN
Realizado por: Araceli Marín.
Dedicado a mi amiga NALA.
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